«El precio es algo importante. Teníamos que darle a la gente la posibilidad de elegir a la hora de comprar la consola, teníamos que decirles que tenemos una máquina a un precio competitivo y que es un precio de entrada para ellos. La bajada de 100 dólares en su precio no es trivial. Tenemos que ser competitivos con Xbox One, y eso va a permitir a la gente que añada Kinect más adelante si lo desean. Pueden comprar el dispositivo de forma independiente, y es que creo que esa es la mejor experiencia Xbox One a largo plazo. Sin embargo dándoles la posibilidad de elegir nos permitirá hacer crecer la base de usuarios de Xbox One y todos aquellos que la elijan acabarán añadiendo Kinect también», dijo Microsoft.