Te voy a explicar cómo hacer las soldaduras
en los tubos de cobre. Lo primero de todo es cortar bien el tubo. Para cortar bien los
tubos, tenemos una herramienta específica, si no queremos cortar con un arco de sierra.
El arco de sierra tiene el problema de que se puede mover y siempre hacemos un corte
biselado que no va a hacer que encaje bien el tubo en el casquillo. Sin embargo, fíjate,
con este cortador, como lleva dos cojinetes que obligan al tubo, el tubo se queda
aquí perfectamente encajado y, a medida que con el tornillo regulador vamos hincando este
disco de corte, va penetrando y va haciendo que la pieza se corte.
El procedimiento es: cada vez
que giro, aprieto un poco más el tornillo del pomo. Así se va hincando cada vez más el
disco y va propiciando el corte de la pieza. Ahora estoy seguro de que está perfectamente
cortado en ángulo recto y ya sé que va a encajar siempre hasta el final del casquillo cuando lo
introduzca. Segunda cosa que debo tener en cuenta. Siempre, cuando estoy utilizando tubos, tengo que
conseguir que no quede por dentro ninguna limadura, ninguna partícula que produzca que el agua
al circular tenga cualquier obstáculo. Para hacerlo, utilizo un escariador. El escariador es una pieza
como ésta, una herramienta que me permite limpiar esas limaduras. También en otros cortadores tenemos
otros que son triangulares.
Me da lo mismo, puedo utilizar uno u otro, el caso es que siempre tengo
que acordarme de limpiar bien la pieza por dentro. Los tubos ahora están limpios
por dentro. Tengo que garantizarme que estén también limpios por fuera. Tengo que eliminar el
barniz que recubre los tubos, aunque luego se va a ir también con el decapante, pero es
bueno quitarlo.
Y asegurarme también de que no quede ninguna partícula que pueda obstruir
luego el que el estaño haga su función. Para limpiarlo, me basta con utilizar una lana
de acero o un estropajo duro como éste. Ya tengo los tubos limpios por dentro,
limpios por fuera, ahora ya puedo soldarlos. Éstos son los tubos que vamos a soldar. He
elegido una configuración de tubos que van en horizontal y también una en vertical para
soldar de abajo hacia arriba, para que veas que la capilaridad -que es una de las características
de esta soldadura- es cierta, que la soldadura sube sin problema. ¿Cuáles son los elementos protagonistas
de la soldadura? El primero de todos, el decapante o flux.
Lo tenemos que dar antes de soldar y
es el que nos va a permitir que los tubos se queden preparados para tener esa capilaridad que
necesitamos. Evita que, al aplicar calor sobre el tubo de cobre, éste se oxide. El estaño, que tiene una pequeña aleación compuesta con plata que le da dureza a las soldaduras.
¿Cuánta cantidad tenemos que utilizar de estaño? Pues la regla es muy sencilla.
Si nosotros
estamos, por ejemplo en este caso, soldando tubo de 18 milímetros, tenemos que aplicar
aproximadamente lo mismo que el diámetro del tubo, unos 18 milímetros de estaño para
estar seguros de que cubrimos bien la soldadura. Y el tercero, por supuesto, el soplete para aplicar
el calor. Puedo utilizar un soplete como éste, con un cartucho de gas de alta temperatura que
me serviría también para soldadura fuerte o, para una soldadura normal, blanda, como vamos a
hacer nosotros, podemos utilizar otro tipo de lamparillas más básicas que puedes encontrar
en la tienda sin ninguna dificultad.
Vamos a empezar por aplicar, como decíamos,
lo primero de todo el decapante. Procura siempre ser generoso
en la en la aplicación porque tienen que quedar perfectamente cubierta las piezas. Cuando lo apliques en los tubos,
mételos inmediatamente dentro del casquillo para asegurarte de que
no se impregnen de suciedad que haya por el suelo o por el sitio
donde estés haciendo la obra. Tenemos que soldar estas dos uniones y esta
unión que vamos a soldar de abajo hacia arriba, para que veas que no hay ningún problema
y que, efectivamente, el estaño siempre va a subir buscando todos aquellos puntos donde
haya posibilidad de que el estaño penetre. Conectamos el soplete. El soplete lo vamos a
utilizar siempre con la mano menos hábil. Si somos diestros, vamos a utilizar el soplete en la mano izquierda porque así, cuando vamos trabajando, la mano diestra, la mano buena, es
la que me permite ir controlando el estaño que es lo que voy acercando al tubo y con
lo que tengo que evitar quemarme. Fíjate en esta llama. Es importante que
nos fijemos en esto.
Esta parte interior azul oscura se llama la flama. La punta de esa
parte azul oscura es la de máxima temperatura y es la que vamos a apoyar en el tubo para
conseguir la zona de mayor calor. Y todo ese aura de luz del fuego que hay alrededor
es con lo que envolvemos todo el tubo para darle calor también por abajo y por las
zonas donde no lleguemos bien con la flama. Vamos a repartir siempre con
cuidado la temperatura entre todas las zonas de soldadura, para no
ir haciéndolo de una en una, para que así el estaño de la primera soldadura no
se reblandezca al calentar la de al lado. Una llamarada más verdosa, generalmente,
nos va a indicar que ya el cobre tiene una temperatura suficiente para recibir el estaño. Una vez que hemos terminado de soldar,
podemos limpiarlo con un paño bien mojado para quitarle los restos del decapante.
Y
con cuidado siempre para no quemarnos. Bueno, nuestra soldadura ¡ya está lista!.