Kaixo eta ongi etorri guztiok.
No, no te has equivocado de canal. Esto es BBC Mundo y lo que acabas de escuchar es “hola
y bienvenidos” en euskera, la lengua de los vascos, que es el tema del que te voy
a hablar en este video. El euskera es el único idioma de la península
ibérica que no deriva del latín, no encaja en ninguna familia lingüística de Europa
y no tiene vínculos con ninguna otra lengua viva.
Por eso se suele decir que es una rareza.
Y también, no sin polémica, que es la lengua más antigua de Europa.
Pero empecemos con algunas palabras que seguro te suenan… La Real Academia Española reconoce
hasta 95 préstamos del euskera. Una de las más conocidas es izquierda, que viene de
ezkerra, y sirve para denominar tanto a lo contrario a la derecha como a una persona
zurda. También están chatarra, chabola, mochila…
Pero esto, me dirás con razón, no es euskera, sino castellano. Entonces ¿quiénes hablan
euskera? Los euskaldunes.
Literalmente, los que poseen
la lengua vasca. Como yo. Hoy por hoy somos unos 700.000 hablantes,
repartidos entre la Comunidad Autónoma del País Vasco o Euskadi y Navarra , en el norte
de España; y en Iparralde, en el suroeste de Francia Hoy por hoy somos unos 700.000 hablantes,
repartidos entre la Comunidad Autónoma del País Vasco o Euskadi y Navarra o Nafarroa,
en el norte de España; y en Iparralde, en el suroeste de Francia, que incluye Lapurdi,
Zuberoa y Nafarroa Beherea. Los vascoparlantes representan el 35% de la
población de Euskal Herría, esta región que se reparte a los dos lados de los Pirineos.
Tal vez te parezca que somos pocos, pero hubo
un tiempo en que fue peor, porque esta lengua estuvo a punto de desaparecer.
En la zona perteneciente a Francia su decadencia empezó tras la Revolución francesa , cuando
se impone la igualdad social, y el francés se instaura como la lengua de todos los franceses,
la única oficial. Y en España la palabra clave es Franquismo.
En los 40 años que duró, el régimen del general Francisco Franco además de dejar
miles de fusilados, trató de imponer el castellano en todo el territorio y prohibió y persiguió
el uso de otras lenguas.
El euskera fue silenciado sobre todo en los
núcleos urbanos, donde los informantes reportaban a la policía a quienes lo hablaban. Y en
las ciudades parecía que hasta las paredes escuchaban.
Entonces quedó relegado al dominio del hogar y se mantuvo también gracias a las escuelas
clandestinas que se fueron creando y popularizando. Hasta que en los años 60 ocurrió algo que
impulsó de nuevo la lengua: se estandarizó.
¿Por qué es importante? Pues porque cuando los euskaldunes nos encontramos
en la calle (o en Zoom), generalmente conversamos en uno de los dialectos —o euskalkiak—
que distingue Euskaltzaindia o la Real Academia de la Lengua Vasca. Y pueden sonar tan distintos entre sí que,
a veces, nos cuesta entendernos. Porque ¿tú dirías que estas dos frases dicen lo mismo? Ves?
La estandarización creó un conjunto único de normas gramaticales y ortográficas que
dieron forma al euskera estándar, el batua o unido.
Es el que usamos mayormente para hacer trámites, en la escuela, en los medios de comunicación
y ha ayudado a perpetuarlo.
Y a que nos entendamos… Aunque suena y se escribe muy distinto del
castellano, el euskera comparte con él y con el francés el alfabeto latino.
Las vocales son las mismas que en el castellano, pero la complicación viene con las consonantes.
Algunos ejemplos: La c y q las sustituimos por la k
Usamos la b o la u en lugar de la v o v corta y la j en lugar de la y.
Y la última letra, no la pronunciamos “zeta” como los españoles, sino “seta” muy similar
a los latinoamericanos. También tenemos varios dígrafos, como la
tx (pronunciada como la “che” en español), ts (pronunciada como una che suave), tz (pronunciada
como la zz italiana en “pizza”). Además, no existen las tildes o acentos ortográficos.
Ni categoría de género. Pero vayamos al que probablemente es el misterio
más grande del euskera: ¿de dónde viene? Hoy por hoy, nadie lo sabe.
Como explicábamos al inicio, no se puede clasificar en ninguna familia lingüística
de Europa y no tiene vínculos con otras lenguas vivas.
¿Es posible, entonces, que surgiera y evolucionara solo y aislado? ¿O fue parte de un grupo
lingüístico hoy desaparecido? No han sido pocos los expertos que han intentado
de contestar a estas preguntas.
Y ha habido muchas teorías, aunque ninguna lo suficientemente
probada. Entre las más difundidas está el vascoiberismo,
que asegura que el euskera es el resultado de la evolución del íbero, la lengua que
se hablaba en la península antes de la llegada de los romanos.
O las hipótesis que lo relacionan con las lenguas bereberes que se hablan en el norte
de África… o con las del Cáucaso. Y como cada vez que no hay certezas tendemos
a los relatos mágicos y mitológicos, en el caso del euskera hay algunos tan increíbles
como el que dice que lo trajo Tubal, el nieto de Noe, desde Babel, o el que señala que
era la lengua que hablaban Adán y Eva en el paraíso.
Y, claro, como no hay pruebas de su origen tampoco se puede afirmar a ciencia cierta
que sea el idioma más antiguo de Europa como tanto se repite.
Sea como sea, ya lo dijo Koldo Mitxelena, uno de los mejores estudiosos de esta lengua:
“El misterio del euskera no es su origen, sino que haya sobrevivido”.
Y también es lo más importante.
Pues que siga vivo..