El Neurodesarrollo Infantil. ¿Sabías que el cerebro del bebé continúa desarrollándose incluso después del nacimiento? Hoy en día sabemos que los estímulos externos realizados por padres, cuidadores y profesionales capacitados pueden generar cambios en las conexiones entre las neuronas, afectando muchas áreas del desarrollo cerebral del niño. La movilidad y las habilidades sensoriales, como la visión y el oído, la manipulación de objetos, las habilidades conductuales, afectivas y emocionales, y la comunicación y el lenguaje del niño pueden verse influenciadas decisivamente por los estímulos ambientales y de su entorno. El proceso de desarrollo del niño, que va desde el nacimiento hasta la edad preescolar, abarcando aspectos físicos, emocionales, sociales y cognitivos, se conoce como neurodesarrollo infantil.
La ciencia del neurodesarrollo muestra que la arquitectura del cerebro se construye a lo largo de los años y se forma por las experiencias en el entorno donde vive el niño y por las relaciones que establece con sus padres, familias y cuidadores. Y para que el niño se desarrolle de manera integral durante este período de la vida , necesita un ambiente cálido, armonioso y rico en vivencias, incluso antes del nacimiento a través del cuidado de la madre y del entorno. Este período de la vida del niño, que comprende el embarazo, el parto y los primeros seis años, se conoce como Primera Infancia. La Primera Infancia es un período muy importante para el desarrollo del niño que lleva sus experiencias durante ese tiempo para el resto de su vida, incluso las que suceden durante el embarazo o siendo aún un bebé pequeño.
Incluso durante el embarazo, en el útero el niño es capaz de escuchar la voz de sus padres, compartir el placer de la madre con la comida y escuchar canciones que lo tranquilizan, por ejemplo. Desde el nacimiento hasta los 2 años de edad, el niño pasa por los cambios más grandes de su vida. Es cuando da los primeros pasos, comienza a hablar y observa con atención las cosas y las personas. De los 2 a los 4 años, el niño se adentra en el mundo de lo simbólico, cuando empieza a nombrar objetos, acciones y cualidades. En este período de la vida el niño aprende a caminar erguido, lo que le permite una mayor perspectiva del mundo.
Entre los 4 y los 6 años los niños entran en un periodo de transición. Ahí es cuando comienzan la escuela, descubren lo que les gusta y lo que no les gusta, y desarrollan el juicio. Es en este período de la vida que los niños se inician en el proceso de escritura, lectura y cálculo. Estos y otros hitos importantes del desarrollo infantil durante la primera infancia se dan en tres dimensiones: biológica, psíquica y social. Estos suceden porque: Los niños son seres biológicos, que necesitan una nutrición adecuada, un ambiente higiénico y el cuidado de su salud para desarrollar su organismo de forma sana y plena. Son seres psicológicos que necesitan tacto, afecto y riqueza de estímulos visuales, olfativos y auditivos por parte de sus cuidadores para desarrollar todas sus habilidades, cognitivas, emocionales, motrices, sensoriales y simbólicas.
Y son seres sociales que necesitan ser bien cuidados y vivir lo mejor del presente, en un ambiente cálido, seguro y con amplia interacción con sus cuidadores, estimulando el desarrollo de sus habilidades sociales y la convivencia armónica en sociedad. Al depender esencialmente de sus cuidadores durante los 03 primeros años de vida, muchos eventos favorables y desfavorables pueden tener un impacto en el desarrollo de los niños. Los eventos desfavorables como una nutrición inadecuada, un ambiente familiar problemático o inseguro, la falta de contacto físico y afecto, y la falta de estimulación y atención de los cuidadores pueden afectar seriamente el desarrollo cerebral saludable del niño.
Por otro lado, la riqueza de estímulos visuales, el habla atenta y el tacto cariñoso son algunas de las actitudes que los cuidadores pueden tener con sus hijos y contribuir al desarrollo normal de sus cerebros. Un padre que le lee un cuento a su hija antes de dormir, una abuela que abraza a su bebé después de darle de comer y una madre que le canta a su hijo a la hora del baño , no se imaginan el impacto que estos pequeños gestos tienen en el desarrollo de estos niños. Pero seguro que estas actitudes influirán positivamente en lo que serán estos niños a lo largo de la vida. El INSTITUTO PENSI conoce la importancia que tiene el desarrollo del cerebro en los primeros años de vida para una niñez saludable y que conduzca a la adultez plena. Por ello el INSTITUTO PENSI se inserta en programas y redes de colaboración, científica y socioeducativa, que estudian los diversos aspectos del desarrollo infantil y aportan conocimientos científicos para desarrollar estrategias eficaces que promuevan el sano desarrollo de los niños y sus familias.
Porque los niños merecen cada vez más, lo mejor y lo más adecuado posible. Niño por niño..