El Señor de los Cielos 8 | Capítulo 5: Muerte en el funeral | Telemundo

– Levántate, ——.
No seas ——. Ahora sí. Ahuecando el ala,
¡como vas! Benjamín: Regresó la señal.
Está en movimiento. – Se lo dije.
¿Dónde ——- está? – Se me acercó un bato,
así de chiquitito, un bigotón. – ¡Ya basta! Lléveselo. [♪♪♪] – Si te hubiera conocido antes,
no te hubiera dejado ir nunca. – Todavía podemos alzar el vuelo
muy alto. – Me quedé pensando con lo
que está proponiendo Amado.

– De lo que sí estoy segura
es que ninguno de la familia lo debe de estar apoyando, ¿eh? – ¿No se te hace muy raro que
el Amado no haya aparecido? – Yo lo que sí sé, prima, es que ya no quiero más
secretos en mi vida. – Perdiste, Tracy.
Operación cancelada. ¡Sácala de aquí! – Vas a decirle a quienquiera
que sea tu jefe que su detenida quiere hablar
con él. – ¡No le hagas absolutamente
nada a la niña Casillas! – Yo no le puedo garantizar… – ¡Es una orden! – Es que yo no quiero estar aquí
cuando maten a Rutila. Yo no quiero que se me olvide
que es mi hermana y que la amo. – Tienes razón. Cuando te dé tu lana, te vas. – Las autoridades están tratando
de determinar
si es cierto que entre
los fallecidos se encuentra
Alba Casillas, la madre del
conocido narcotraficante
Aurelio Casillas. [♪♪♪] – ¿Agua, café algún té, algo
que se les ofrezca? – Estamos bien, gracias.

– ¿Seguras? – Bueno, el licenciado no tarda
en venir. – El lugar está súper elegante.
¿Ya vieron las obras de arte? – Les dije. Fernando es un hombre con gustos
muy exquisitos. Fernando: Me alegra mucho saber
que piensas eso de mí, Ruth. [Risa] – Eh… Laura, mi cuñada,
y Diana, mi prima. – Bienvenidas. Fernando Aguirre,
para lo que necesiten. ¿Ya les ofrecieron agua, café? – Estamos bien. Gracias. – Muy bien, pues tomemos
asiento. Adelante. – Fernando, ¡por fin se nos
hace hacer esta reunión! La verdad es que tenemos
un par de ideas que te pueden interesar. – Muy bien. – Y por supuesto,
el músculo financiero para llevarlas a cabo. – Y esas ideas, ¿qué?
¿Están multiplicadas por tres? [Risas] – Mi familia siempre
ha estado involucrada con el negocio de la ganadería.

– En cambio, yo estoy interesada
en el sector salud. Me recibí en medicina. – Nuestra prioridad, Laura. Y en tu caso,
recuerdo perfectamente el excelente plan de negocios
que nos enviaste por correo electrónico. Y en aras de empezar
esta relación con buen pie, te tengo que confesar que robé
un par de ideas, Ruth. Eran muy buenas y había que
implementarlas en ese momento. Eh… pero para disculparme,
por favor, acéptenme una invitación a comer y ya, de paso, pues expío todos
mis pecados.

¿Les parece? – Te lo agradecemos, Fernando, pero justo después
de esta reunión, tenemos un compromiso familiar. A partir de mañana… – Lo que quieras. – Cuidado. Ese tipo de comentarios deberías evitarlos delante
de hombres como yo. Diana, ¿no? – Sí. [♪♪♪] – Ya, no llore más. ¡Ya! ¡Musaraña! Musaraña: ¿Quíubo, patrón? – Vení y ayudame con esta cosa,
hombre. – ¿Cómo le fue? – Vea, mi amor, ahí..
él le va a ayudar. El gordo la va a ayudar,
tranquila. Tranquila.
Consíguele un pasaje pa… Vea, espere y verá. Mire, ya. Ahí está. Pa' sus dulces. ¿Oyó? Pero no se ponga
a "prepaguear" ni nada? Me dejó metido toda la noche,
me dejó vomitada esa cama esta boba, hermano. Dice fue nada, ¿vea? Vea, vea, ¿y la periodistucha
qué, gordo? – Todo bien, patrón.
No hay nadie. No ha entrado nadie ni ha salido
nadie de su casa. – Ella va a llegar,
ella nos va a llevar allá, hasta el entierro
de los Casillas. – ¡Hágale, pues! Y conseguime una cosa pa este
dolor de cabeza que está… Y llevate a esa boba…
¡Llevátela! – ¡De una, de una, de una,
patrón! [♪♪♪] [♪♪♪] [♪♪♪] [♪♪♪] – Si ya sabías, y ahí vas
de mensota otra vez.

[♪♪♪] [Bufido] ¿En serio, guapo?
¿Me estás pagando? ¿Tanta palabra tan bonita y
me confundiste con una piruja? ¿En qué te metiste, Mercedes
de la Cruz, en qué te metiste? [♪♪♪] [♪♪♪] – Su identificación, por favor. – Sí, claro. Eh… aquí tiene. – Adelante.
– Gracias. [♪♪♪] Ismael: No podemos dejar que nos
madruguen otra vez, batos. Chata, Skinny, Vitas,
se van conmigo. Mi jefa se va a quedar aquí
con los plebes y las nanas. Quiero cinco o seis batos
fortificando aquí el cantón. Greñas. Greñas: ¿Qué? – ¿Cómo van las cámaras
de la zona, bato? – Pues, todo bien.
Está tranquilo el lugar. – Sí, yo también estuve
revisando esto. – ¿De Amado qué sabemos? – Yo la última vez que lo vi
fue anoche y, pues, desde entonces no. Skinny: El Amado salió
tempranito, hermano. ¿Verdad?
Zopilote: Sí, salió temprano. – Pues, lo último que yo supe
es que no llegaba allá, ¿por? – ¿Quién allá o qué? – Vitaminas, soy yo: Aurelio. Oye, no llames la atención
si estás cerca de la familia. Dime una cosa:
¿es cierto lo de mi amá?
– Patrón… ¡Hijo de su…! Me tuve que salir pa' que
no oyera la familia, patrón.
Pero, pos si yo lo vi que estiró
la pata
y que lo enterraron, patrón.

No había forma de que saliera
de ahí. – Luego te explico, Vitas.
Contéstame lo que te pregunté. ¿Es verdad que mataron a mi amá? – Lamentablemente sí, patrón. La vamos a enterrar esta tarde. Que descanse en paz. Mi más sentido pésame patrón. – Vitaminas, invéntale a la
familia lo que me decías a mí cuando ibas a ver a tu tía. Te me vas al aeropuerto,
terminal uno. Yo voy a estar allá como
en unas cuatro horas. – Cuando aterrice, te aviso
dónde te voy a esperar. Y no le digas nada a nadie. – Está hablado. [♪♪♪] – Sí, Omar, justo estoy saliendo
del hospital. Bueno, tengo recluida ahí
a Berenice, ¿cómo ves? ¡Ay, perdón por aburrirte
con mis cosas! Sí, ya sé que la estás pasando
muy bien con la güerita esa. Oye, Omar, por cierto, ¿cuándo
vas a venir a visitarme? A ver, tranquilo, tranquilo.

Yo soy el dueño de Quintana Roo y si yo no quiero que nadie
se entere, nadie se va a enterar, ¿hum? Piénsalo. [Sollozos] – ¡Enfermero! ¡Enfermero! ¡Venga alguien, por favor! ¡Por favor, venga alguien! Me duelen mucho las manos. Siento que me estoy cortando
la circulación y no puedo ir al baño. Por favor, se lo ruego,
no me quiero hacer aquí. Ayúdame, ¿sí? Por favor,
te lo juro. Rapidísimo. ¡Ándale, ándale, porfa! [♪♪♪] Gracias. Muchas gracias. Ay. Gracias, gracias. Te sigo. [♪♪♪] [♪♪♪] [♪♪♪] [♪♪♪] Padre: Hoy estamos aquí para
despedir a nuestros hermanos, Alba y Pulque. Despedirnos, sí,
pero nunca olvidarlos. Sus muertes no fueron obra
de la decisión de Dios, nuestro Señor. [♪♪♪] Abran. – Listo, mijo. Suficiente fentanilo pa todos,
pa matar todas esas ratas. [♪♪♪] [♪♪♪] [Carcajada] Cabo: Listo. ¡Vámonos! ¡Vámonos! [♪♪♪] [♪♪♪] – Ya expliqué todo al
Departamento de Estado. Si aparece Casillas
y dice que estuvo acá, lo negaremos todo.

La operación código Lázaro
nunca existió. – Si aparece, continuamos
con los planes B y C. – No, no, no, Tracy, no.
No me estás entendiendo. Olvídate de Casillas. Te relajas, te tomas
unas vacaciones y hablamos en un par de meses,
no antes. Me llamas cuando te presentes
en Virginia. [♪♪♪] [Timbrando] – Benjamín, consiga un vehículo y me espera
en el subsuelo cinco.

Haga lo que yo le digo. [♪♪♪] Al fin de cuentas usted nos va
a servir del todo, mi empera. La soberana del narco. Del mono que fue capaz
de jugar ajedrez a esto. ¡No! No hay derecho. Linda cabecita… que ha
soportado tantas pruebas. Pero hay muchas cosas que van
a cambiar. Porque yo tengo un plan
para las dos. [Gemidos] – Shhh… no, no, no. No, yo sí no quiero
que se queje, porque usted nos sirvió
para ensayar el funcionamiento del neurochip
en humanos. Y nosotros le aliviamos
el dolor, ¿cierto? Entonces, no todo es tan malo. Además, usted estaba
sufriendo mucho por esa familia que perdió y ahora le vamos a quitar
ese sufrimiento por completo.

Ya no va a ser una buscada. Otra desaparecida más, ¿hum? Usted y yo hasta nos parecemos. ¿Estamos? ¿Hum? Porque la operación código
Lázaro no ha terminado. ¿Ah? ¿Usted todavía piensa? Yo me cuido de apagar
las cámaras antes de entrar. Y nadie va a saber que nos vamos
a ir de paseo usted y yo. ¿Usted quiere desaparecer? ¿Hum? ¿Sí? Vamos. Vamos. [♪♪♪] La detenida está bajo
mi custodia y la vamos a trasladar. Jefa, ya todo está listo
para sacarla. – Los abogados no sé qué fue
lo que hicieron pero la lograron sacar. – Vamos. – Permiso. – Usted respire libertad, ¿hum? [♪♪♪] [♪♪♪] – ¿Qué onda, Vitas? ¿Qué rollo? No te agüites. Después hablamos,
¿no? – Patrón…

me están diciendo que la familia entera
fue atacada. Los alcanzaron a todos y
se están muriendo, patrón. [♪♪♪].