No hace mucho tiempo, creamos algo notable. La Internet. Un niño, lleno de posibilidades. Un niño que nos pertenecía a todos. Comenzó un poco torpe, ¡ pero pronto se puso de pie! Creció tan rápido. Nuestro pequeño Internet. Todo era perfecto. Pero en algún lugar del camino, las cosas cambiaron. Quizás sin darnos cuenta, cambiamos nos perdimos en el camino. Y nos encontramos en nuestro peor momento. Divididos y enojados, apenas nos dimos cuenta de que era Internet el que sufría. Pero si podemos hacer una pausa y recordar lo que tenemos. Reunirse. Sean amables el uno con el otro. Deja ir la negatividad, y deja de lado nuestras diferencias podemos volver a hacerlo feliz. Todos somos responsables de Internet Entonces, este Ramadán, comencemos a cuidarlo.
