El Presidente:
Hola a todos. Desde que se
creó Internet, se ha organizado
en torno a principios básicos de apertura, equidad
y libertad. No hay guardianes que
decidan a qué sitios puede acceder. No hay carreteras de peaje en
la autopista de la información. Este conjunto de principios,
la idea de la neutralidad de la red, ha desatado el
poder de Internet y ha brindado a los innovadores
la oportunidad de prosperar. Abandonar estos
principios amenazaría con acabar con Internet
tal como la conocemos. Es por eso que estoy
diseñando un plan para mantener Internet
libre y abierto.
Y es por eso que
insto a la
Comisión Federal de Comunicaciones a hacer todo lo
posible para proteger la neutralidad de la red
para todos. Deben dejar en claro que, ya
sea que use una computadora, un teléfono o una tableta, los
proveedores de Internet tienen la obligación legal de no bloquear o
limitar su acceso a un sitio web. Las compañías de cable no pueden
decidir en qué tiendas en línea puede comprar o
qué servicios de transmisión puede usar.
Y no pueden permitir que ninguna
empresa pague por tener prioridad sobre sus competidores. Para implementar estas
protecciones, solicito a la FCC que reclasifique el
servicio de Internet bajo el Título II de una ley conocida como
Ley de Telecomunicaciones. En lenguaje sencillo,
les pido que reconozcan que, para la mayoría de los estadounidenses, Internet se ha
convertido en una parte esencial de la comunicación
y la vida cotidianas. La FCC es una
agencia independiente y, en última instancia, esta
decisión es solo suya. Pero el público
ya ha comentado casi cuatro millones de veces, pidiendo
a la FCC que se asegure de que los consumidores, no la
compañía de cable, decidan qué sitios usan. Los estadounidenses están haciendo
oír su voz y defendiendo los
principios que hacen de Internet una poderosa
fuerza para el cambio. Mientras sea
presidente, también lucharé por eso..