Recientemente, Francia se ha convertido en un país
pionero en la lucha contra la chatarra electrónica al introducir su llamado Índice de Reparabilidad,
una etiqueta similar a la de eficiencia energética que informa a los consumidores qué tan
fácil les será reparar el producto en cuestión cuando éste presente algún fallo.
La idea del Índice de Reparabilidad es crear incentivos para que las empresas trabajen en
hacer sus productos más fácilmente reparables, pues una mala etiqueta podría llevar a
menos compras por parte de los consumidores. Actualmente, el índice de reparabilidad contempla
smartphones, ordenadores portátiles, televisores, cortadoras de césped, máquinas de lavar,
lavavajillas, aspiradoras y limpiadoras a presión. La nota final se basa en el puntaje
obtenido en los siguientes 5 criterios: Documentación, Facilidad de desensamblaje,
Disponibilidad de piezas de repuesto, Costo de piezas de repuesto y Otros elementos.
Francia tiene planes para seguir mejorando y expandiendo su índice y espera que la idea sea
adoptada en otros países de Europa y el mundo.
