3 preguntas para entender por qué la inflación está aumentando tanto en todo el mundo | BBC Mundo

¿Vas al mercado y cada vez cuesta más? ¿Llenar el tanque de gasolina te sale más caro?
Pues está pasando en casi todo el mundo. El incremento de la inflación es un fenómeno 
global tras los efectos económicos de la   pandemia y de la guerra en Ucrania.
En este video respondemos a 3 preguntas   para entender por qué la inflación 
está creciendo en todo el mundo. El aumento en el costo de la vida 
se ha vuelto un fenómeno mundial. Primero fue Estados Unidos, 
la primera economía del mundo,   la que comenzó a sentir los estragos batiendo 
récord de casi 4 décadas al final de 2021 Pero luego la inflación se ha ido 
sintiendo en otras economías.

Según el Banco Mundial, en casi la mitad de 
los países más ricos estaba por encima del   5% y un salto tan repentino y extendido 
no se ha visto en los últimos 20 años. Y los países con economías menos desarrolladas 
tampoco han escapado de la inflación. De hecho, entre ellas, la cantidad de naciones con un 
aumento de inflación se ha duplicado. Y lo que está ocurriendo en el mundo, explican 
algunos economistas, recuerda lo que sucedió   en las décadas de los 70 y los 80, cuando las 
presiones inflacionarias golpearon duramente   a países que, por distintas razones, tuvieron 
que enfrentar desafíos de grandes proporciones. Sin embargo, a diferencia de otras olas 
inflacionarias, la actual tiene un factor   común para todos los países: los atascos en 
las cadenas de suministro que transportan los   productos por los mares del planeta, con 
una "crisis de los contenedores" que ha   provocado gigantescas disrupciones globales 
con barcos esperando semanas en los puertos   para descargar sus productos y un histórico 
aumento en las tarifas del transporte marítimo.

En pocas palabras, si es más caro hacer 
llegar los productos a las tiendas,   estos también suben de precio.
Pero a este problema logístico se   ha sumado el aumento del precio de la energía por 
la guerra en Ucrania tras la invasión de Rusia. Recordemos que Rusia es un actor 
clave en el suministro mundial de   energía en regiones como Europa.
Y esto ha contribuido a un mayor   aumento del precio del petróleo y derivados 
que ya venían subiendo antes del conflicto   por el crecimiento de la demanda tras 
el levantamiento de restricciones.

El ejemplo más concreto es la subida del precio 
del petróleo que en un año se ha duplicado   pasando la barrera de los 100 dólares por barril 
después del inicio de la guerra en Ucrania. Pero a este escenario se suman también otras 
dificultades como la escasez de mano de obra en   países desarrollados y la falta de semiconductores 
para fabricar autos, computadores o celulares. Los precios también han subido, señalan los 
economistas, por la gigantesca cantidad de   dinero que inyectaron a las economías los 
bancos centrales y los históricos paquetes de   estímulo fiscal entregados por los gobiernos para 
mitigar los estragos causados por la pandemia. Ahora, con ese telón de fondo, cada 
país tiene sus propios problemas.

Por ejemplo, ¿qué está 
ocurriendo en América Latina? Según un informe de la CEPAL, la Comisión 
Económica para América Latina y el Caribe   de la ONU, en 2021 la inflación creció en 
en la mayoría de los países de la región,   principalmente impulsada por el incremento 
de los precios en alimentos y energía. En promedio llegó a superar el 7% y 
eso excluyendo a Argentina, Haití,   Surinam y Venezuela, países con una 
inflación muy por encima del promedio.
  Por ejemplo, Argentina llegó a reportar 
más del 50% de inflación en 2021.

Y en 2022 es de esperar que la inflación 
persista según los pronósticos de la CEPAL.  Entonces hay grandes desafíos 
para la economía de la región,   considerada la más golpeada por la pandemia.
Pues por un lado, muchas de sus economías   tienen que frenar la inflación 
y, al mismo tiempo, empujar la   recuperación económica tras la pandemia.
Y esta ecuación es complicada considerando   que en los últimos meses las ayudas fiscales 
para enfrentar los efectos de la pandemia han   bajado y la mayor parte de los países 
están con pocos fondos y mucha deuda. Las dos economías más grandes de la región, 
Brasil y México, han llegado a máximos en 20   y 18 años respectivamente, mientras 
que países como Argentina, Colombia,   Perú y Chile también están sintiendo los efectos 
de la ola inflacionaria que recorre el planeta. Precisamente porque es un fenómeno global, las 
típicas soluciones que podían manejarse dentro   de las fronteras de cada país dependen en gran 
medida de lo que pase en el resto del mundo.

Ahora mismo son claves la evolución de la 
pandemia y la guerra de Ucrania, ambos fenómenos   que están teniendo repercusiones económicas.
Pero dentro de casa, muchos países ya están   utilizando la herramienta clave 
para manejar cualquier inflación:   un aumento en las tasas de interés.
En América Latina, por ejemplo, muchos bancos   centrales han estado subiendo las tasas de interés 
a toda velocidad para detener los precios. Y los expertos esperan que esta 
tendencia continúe durante este año. Aunque esta herramienta sirva para 
controlar el aumento de precios,   la subida de tasas de interés también puede 
tener un impacto directo en tu bolsillo. Pues al subir las tasas de interés, el 
costo de pedir dinero prestado aumenta,   afectando a las empresas y los 
consumidores que requieren los   créditos para hacer inversiones 
o para comprarse una casa. El problema es que en un momento en que las 
economías tratan de levantar la cabeza después   de que la sombra de la recesión amenazara su 
estabilidad, el crecimiento económico es bajo.

Y esas tasas de interés altas no 
ayudan a empujar la recuperación..

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