Año 2011, River Plate perdía ante Belgrano en la promoción,
y por primera vez en su historia descendía a la categoría B del fútbol argentino. Tras un duro y sufrido año en la segundo
División, el millonario iba a lograr con gran dramatismo en la última fecha su ansiado
ascenso. Ya de vuelta a la división mayor, la banda
roja finalizaba el Torneo Inicial en una discreta octava posición, sin embargo en el Torneo
Final River volvió a mostrarse competitivo. El elenco de Núñez peleó el título hasta
la penúltima jornada, finalizando invicto en el Monumental y logrando un subcampeonato
que le dio el billete para la Copa Sudamericana. Tras 4 años de ausencia el millonario regresó
a los torneos internacionales, en donde fue eliminado en cuartos por Lanús a la postre
campeón de la competición. De vuelta al Campeonato Nacional River decepcionaba
realizando un mediocre Torneo Inicial.
Aunque la banda se consagraba después con
su triunfo en el Torneo Final 2014. Una victoria en la Bombonera 10 años después,
daba a los de Ramón Díaz un impulso anímico en el Campeonato. Los de Núñez fueron paso a paso creciendo
en el torneo, y se abrazaban a la épica en un trepidante encuentro ante Racing. Después de un espectacular intercambio de
golpes, la Academia tuvo el empate en el tiempo de descuento, aunque Chichizola, haría estallar
el Monumental. Gracias a ese triunfo, el conjunto riverplatense
llegaba como puntero a la última fecha del Campeonato, y tras aplastar a Quilmes por
un rotundo 5-0, River se coronaba como nuevo campeón.
2 años después de su ascenso, dejando atrás mucho sufrimiento, el conjunto millonario
volvía a dar la vuelta olímpica, alcanzando su estrella número 35 en el campeonato nacional.
Sólo una semana después, River se impuso
a San Lorenzo en la super final entre campeones, y levantaba la Copa Campeonato. Sin embargo justo a continuación Ramón Díaz
renunciaba de forma inesperada, y Marcelo Gallardo era presentado como nuevo director
técnico. Bajo la dirección del Muñeco River impuso
su autoridad en la Copa Sudamericana. Después de eliminar sin sobresaltos a Godoy
Cruz, el millonario mostró su personalidad y tremenda eficacia ante Libertad de Asunción
en octavos. Y en la siguiente ronda, el club de Núñez
derribaba la brava resistencia de Estudiantes avanzando a las semifinales. Allí, Boca Juniors esperaba en la Bombonera,
en donde después de un choque de alta tensión, el 0-0 final dejaba todo por decidir. En la vuelta en el Monumental llegó la hora
de los valientes, un decisivo Superclásico en el que sólo podía quedar uno de los dos
grandes del fútbol argentino. En un comienzo electrizante, un penalti a
favor de los xeneizes cortaba la respiración en el Monumental. Pero el lanzamiento de Gigliotti, se encontró
con la mano de acero de Barovero.
Por su parte el millonario no falló, y un
inapelable zurdazo de Pisculichi teñía la noche de albirojo.
11 años después, River Plate volvía a jugar una final internacional. En el primer capítulo ante Atlético Nacional,
Orlando Berrío adelantaba a los verdolaga, pero con otro gol de Pisculichi llegaba el
empate. El desenlace tuvo lugar en un Monumental espectacular
que iba a retumbar con una noche mágica. El millonario comenzó a ratificar su victoria
tras un certero testarazo de Mercado. E instantes después, otro córner botado
por Pisculichi encontró la cabeza de Pezzela .
En una noche soñada, el millonario cerraba
su campaña de manera contundente, campeón invicto de la Copa Sudamericana 2014, River
Plate volvía a inscribir su nombre en un título internacional. El conjunto de Gallardo confirmaba su carácter
de equipo copero ganando la Recopa Sudamericana ante San Lorenzo, y con la Copa Libertadores
2015, llegó el momento de la gran prueba de fuego para el River del Muñeco. El millonario debutaba con un traspié ante
San José de Oruro. Y en su estreno como local ante Tigres, un
golazo de tijera de Carlos Sánchez rescataba un punto para la banda. Al elenco de Núñez le costaba arrancar en
el torneo, y sumaba un nuevo empate ante Juan Aurich en Perú. En su devolución de visita al Monumental,
Gabriel Mercado adelantaba a los locales.
El conjunto argentino arrinconó a los chiclayanos,
aunque el poste impedía una y otra vez ratificar su victoria, y el último minuto, un tanto
de Marcos Delgado silenciaba a la hinchada millonaria. En el Universitario de Nuevo León, dos goles
de Tigres dejaban a River al borde del abismo, pero los de Núñez nunca se rindieron, y
su carácter ganador les daba un empate in extremis que valía su peso en oro. La banda roja llegaba con vida a la última
jornada, y con su victoria ante San José, y la derrota de Juan Aurich ante Tigres, lograba
de forma agónica su clasificación. En los octavos de final River abrió la llave
recibiendo a Boca, el cual había ganado sus 6 partidos en la Fase de Grupos. El encuentro se decidió tras un penalti de
Leandro Marín sobre el Pity Martínez, que Carlos Sánchez transformó con gran seguridad. En la revancha en la Bombonera, otro choque
de alta tensión palpitaba durante el primer tiempo, pero tras la salida de vestuarios,
un hincha boquense arrojó gas pimienta a varios jugadores de River, y la CONMEBOL decidió
dar por finalizada la serie descalificando a Boca de la competición.
En los cuartos de final ante Cruzeiro, un
gol de Marquinhos dejaba al millonario contras las cuerdas. Pero el conjunto riverplatense mostró su
versión más arrolladora en el Mineirao. El equipo de la banda cruzada pasó por encima
de los azules de Belo Horizonte, y con un rotundo 0-3, River culminaba su célebre Mineirazo
y accedía a las semifinales. Allí el club de Núnez abrió la serie ante
Guaraní en el Monumental. El millonario expuso su jerarquía, Gabriel
Mercado adelantaba a los argentinos, y una deliciosa picada de Rodrigo Mora provocaba
el delirio en las gradas. En el desquite en el Defensores del Chaco,
10000 hinchas millonarios acudieron a Asunción. El equipo aurinegro se adelantó con un gol
de la Fiera Fernández que hacía soñar a los guaraníes, pero River exhibió su categoría,
y una vaselina del Flaco Alario liquidaba la serie. En la gran final Tigres y River Plate se volvieron
a encontrar en un Volcán a reventar.
Allí, en un duro y disputado partido, el
equipo de Gallardo supo contener las embestidas de los felinos, y el empate sin goles dejaba
la definición para la vuelta en Buenos Aires. El 5 de Agosto de 2015, River Plate y Tigres,
disputaron en un Monumental desbordado de pasión la vuelta de la final de la Libertadores. Al filo del descanso, Alario abrió el camino
de la victoria para River. Minutos después un penalti sobre Carlos Sánchez
lo transformaba el propio jugador uruguayo. El millonario acabó consagrándose como nuevo
monarca de América, tras un cabezazo de Funes Mori. En solo 4 años el conjunto riverplatense
sellaba su meteórica metamorfosis. Con Marcelo Gallardo como técnico revolucionario,
el millonario dejaba atrás el infierno para volver a tocar el cielo con las manos..