No sé si me veis muy bien, pero vamos
a cortar por aquí, porque aquí está. Pues así es, chicos. Aquí estoy con este iMac de
27 pulgadas con la pantalla de 5K que no cambia. He comprado el modelo básico para que veáis,
con todos los test y pruebas que le haremos, hasta dónde puede llegar este iMac, que la
verdad es una pasada, chicos. Como veis, está súper protegido, así que es difícil
que se dañe camino a casa.
Como veis, lo primero que encontramos en este unboxing es el
teclado y el Magic Mouse de segunda generación, en colores blancos clásicos que a mí me gustan
mucho, sobre todo porque son súper ligeros. Ambos se cargan mediante Lightning. Este
teclado es ultra ligero, cómodo y pequeñito, combinando muy bien con nuestro iMac. El teclado
se puede cargar mientras se usa, pero el ratón no, ya que su puerto Lightning está en la parte
inferior.
Esto es un poco un fallo, pero un minuto de carga da una hora de uso, y en pocas
horas tendremos batería para más de mes y medio. No os lo había enseñado, pero aquí está el
cable USB Lightning para cargar tanto el teclado como el ratón. Además, tenemos los
stickers, la guía de usuario, y un pañuelo de microfibra con una manzanita de Apple en la
parte trasera. El conector para encender nuestro iMac está escondido, pero también hay una parte
para ampliar la RAM. Al tocarla con un lápiz, se abre una apertura con dos ranuras
vacías. La RAM de 32 GB en la página oficial de Apple cuesta 750 euros, pero en
Amazon solo 133 euros, permitiéndonos ampliar a 40 GB sin perder la garantía.
Esto no es
posible con el SSD, pero lo aprovecharemos. Hablando de diseño, el rediseño esperado
para 2020 no llegó, pero tenemos una cámara mejorada de 1080p, dejando atrás la de 720p, con
micrófonos de estudio para videoconferencias y grabación de sonido de mejor calidad. La
pantalla es de 5K, sin píxeles visibles, con 500 nits de brillo y una gama cromática
P3, ofreciendo 25% más colores que la sRGB, mostrando más de mil millones de colores. La
tecnología True Tone ajusta el blanco y la calidad de la pantalla al ambiente.
Esto, junto a una pantalla grande, permite usar muchas aplicaciones a la vez
sin problemas. La prueba de Black Magic del SSD de 256 GB muestra mejoras, con mil megas de
escritura y mil cuatrocientos de lectura, aunque puede llenarse pronto, recomendando versiones
de 512 GB o un tera para programas pesados.
La tarjeta gráfica 5300 mejora notablemente,
permitiendo jugar a 80 FPS en 2K, y en resoluciones más bajas, los FPS se
mantienen estables. En pruebas con Geekbench, la gráfica rinde bien en OpenCL y Metal,
y la CPU también muestra un rendimiento estable. En Cinebench R20, el i5 de décima
generación alcanza una puntuación de 3345 puntos, situándolo en quinta posición, con la
temperatura y rendimiento mantenidos estables. En conclusión, es un iMac con
buen rendimiento, SSD mejorado, y ampliable. Si eres principiante, el modelo
básico es suficiente para navegación web, procesamiento de textos y otras tareas
básicas. Para editores de fotos y vídeos, un i7 y mayor capacidad de almacenamiento
sería recomendable. Solo un i9 es necesario para usuarios avanzados que requieran
un alto rendimiento constante.